Jazmín

  A veces, simplemente tengo ganas de besarte hasta quedarme dormida. Es que tus besos son tan lindos.

Sí son dulces lo sé pero no me da miedo empalagarme y tampoco que me suba la glucosa en sangre, no sufro de diabetes.

Me gustaría llamarte y que en 10 minutos estés tocando el timbre de mi casa con unos jazmines súper perfumados en tu mano.

Que aparezcas sin previo aviso es una de mis ilusiones de cada día. Dicen que las cosas pasan cuando uno menos se lo espera, pero me resulta tan difícil no esperarte. Me desilusiona  saber que no vas a llamar ni venir y mucho menos traerme jazmines, porque ni siquiera sabes que esa es mi flor favorita.

Creo que el verdadero problema fue probarte y saber el sabor que tienen tus besos y lo suave que es tu piel cuando me toca.

El problema es saber que tu piel huele tan –o más- bien que un gran ramo de jazmines.

Seguiré esperando que vengas a casa sin avisarme…tal vez algún día te animes a aceptar la invitación que te hice algún tiempo atrás.