La mayoría de nosotras nos pasamos la vida esperando a nuestro principe.
Criticamos a todos esos hombres que en algún momento pasaron por nuestras vidas haciendonos sufrir.
Pero qué pasa cuando por fin nuestro principe esta llegando. Sabemos que está ahí y el encuentro es inminente.
Un primer acercamiento que marcará el camino de los proximos encuentros.
Aunque sabemos que no todo puede ser color de rosa. El obstáculo tampoco tarda en llegar.
Sin más aparece el sapo, el malo de la película, el villano que no puede faltar en ninguna historia.
Y ahí el panorama deja de ser claro para ser turbio. Por que claro, empezamos a dudar.
Mientras nuestro príncipe nos trata como reinas, el sapo ni nos trata. Y demás esta decir cuál es el que más nos gusta.
Al final tengo que creer que la culpa es nuestra, que no sabemos elegir y más de una vez dejamos pasar a los principes de nuestras vidas, para apostar a que con un beso nuestro, el sapo por fin mute.
2 comentarios:
Yú al sapo, no queremos sapos.
Y andamos besando sapos por la vida pensando que los vamos a convertir en príncipes... No... Siempre van a ser sapos...
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